bajo el auspicio del ILV, A.C.
Preguntas comunes acerca del náhuatl
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¿Cuál forma es la correcta: nahua, náhuatl, náhuat, náhual?
Cada uno de estos términos tiene su uso correcto. Las variantes más conocidas del náhuatl y las que tienen mayor número de hablantes tienen un fonema /tl/ (fonéticamente [tl]), que es el equivalente moderno de la */t/ del proto-yuto-nahua seguida de */a/. En esas variantes la palabra sería “náhuatl”, y es natural que ese nombre se aplique a toda la familia, siendo nombrada así por sus propios miembros ilustres.
Otras variantes conservan la */t/ original (o han simplificado la */tl/ en /t/), y otras más han simplificado la */tl/ en /l/. De ahí que algunos analistas han hablado de tres clasificaciones: las variantes “náhuatl”, las “náhuat”, y las “náhual”, y a veces se usa “nahua” para especificar la familia entera. Además, en el español, “nahua” se pronuncia con más facilidad que “náhuatl”, y por eso algunos han juzgado más conveniente usarlo.
¿Por qué son tan largas las palabras del náhuatl?
El náhuatl es una lengua aglutinante, es decir, añade muchas clases de afijos (prefijos y/o sufijos) a una raíz hasta poder construir palabras muy largas. Por ejemplo, hay una palabra de 18 sílabas en el mösiehuali̱ (náhuatl de Tetelcingo) que significa “Uds. podían haber andado para acá dándose de trompadas, haciéndose sangrar la nariz, pero no lo hicieron”.
¿Cuáles lenguas están relacionadas con el náhuatl?
Por supuesto, el náhuatl no tiene parentezco lingüístico con el español (aunque las dos lenguas se han influído mutuamente). La familia náhuatl es miembro del tronco yuto-nahua, así que tiene parentesco, aunque lejano, con todas las lenguas de esa gran agrupación. Dentro del yuto-nahua, la familia más cercana lingüísticamente (y geográficamente también) a la náhuatl es la familia corachol, que abarca las lenguas cora y huichol. Sin embargo, hay mucha más diferencia entre cualquier variante del náhuatl y estas lenguas, que entre una y otra variante del propio náhuatl.
¿Por qué se oyen tantas palabras del español cuando se habla en náhuatl?
Este es un aspecto muy natural de lo que sucede cuando las lenguas están en contacto. El español ha sido la lengua social y políticamente dominante en México durante ya casi quinientos años. Es muy natural en esa situación que los que hablan otras lenguas aprendan la lengua dominante y empiecen a utilizar palabras de ella, mezclándolas con la lengua materna. Especialmente cuando una cultura tiene artefactos o conceptos que no existen en la otra, es común tomar prestada la palabra correspondiente de la lengua vecina en vez de inventar una palabra nueva.
En este segundo caso, la lengua dominante también suele tomar préstamos de la otra lengua, y por lo tanto, hay muchos “aztequismos” o “mexicanismos” en el español, especialmente en el español de México. Algunos, como (ji)tomate, chocolate y coyote (del náhuatl (xi)tomatl, xocolātl, coyōtl), han llegado a ser palabras mundiales, utilizadas en muchísimas lenguas. La lengua que ya no toma préstamos es una lengua muerta.
La lengua mösiehuali (náhuatl de Tetelcingo) tiene reglas especialmente interesantes para el tratamiento de las palabras prestadas.
¿Por qué tantos lugares, lenguas y grupos étnicos en México y Centroamérica tienen nombres que vienen del náhuatl, aun cuando no se habla el náhuatl en la zona?
Cuando por primera vez los españoles llegaron a México, pelearon con los mexicas de Tenochtitlán (o sea los aztecas) que eran hablantes del náhuatl clásico, y muchos de sus aliados en esa guerra (p. ej.: los tlaxcaltecos) también eran nahua-hablantes. Así que era muy natural que sus tratos principales fueran con nahua-hablantes, y aun en sus tratos con hablantes de otras lenguas indígenas solían utilizar intérpretes e intermediarios de habla náhuatl. Lo extensivo de la influencia mexica y el carácter de lingua franca que tenía el náhuatl en la Mesoamérica de esa época, facilitaban este proceso. Es por esta razón que tantos topónimos en México y Centroamérica provienen del náhuatl, aun en partes lejanas de los territorios tradicionales del náhuatl. Y por la misma razón los nombres españoles de las diferentes culturas y grupos étnicos (gentilicios) suelen ser adaptaciones al español de los nombres que les dieron los hablantes del náhuatl.
¿Por qué hay tantos lugares en México cuyos nombres terminan en -tla, -pa, -ca, -cingo, etc.?
Estos nombres vienen del náhuatl, porque los españoles generalmente adoptaban nombres del náhuatl antes que de las otras lenguas indígenas. En donde el español tiene preposiciones (palabras como: de, en, sobre, detrás de, cerca de, etc.) para expresar relaciones locativas, el náhuatl tiene una serie de posposiciones. Entre ellas están -tla(n), -pa(n), -ca(n) y -c(o), todas significando algo como ‘en’, o ‘en el lugar de’. Para nombrar los lugares, los “nahuatlahtohqueh” (hablantes del náhuatl) utilizaban la sufijación de estas formas a raíces sustantivas sencillas o compuestas, y esos nombres todavía se utilizan actualmente, aunque sea en forma hispanizada.
Por ejemplo, Cuautla viene de cuauh-tlan /kʷaw-tlan/ ‘árbol-lugar’, o sea ‘bosque’, Tlalpan de tlal-pan /tlāl-pan/ ‘tierra-en’ ‘en la tierra’ (a la orilla del lago), Tehuacán de teo-a-can /teo-ā-kan/ ‘dios-agua-lugar’ ‘lugar de aguas sagradas’, etc. La terminación -cingo viene de la combinación de -tzin ‘honorífico, diminutivo’ con -co. Así, el nombre Ocosingo viene del náhuatl oco-tzin-co ‘ocote-honorifico-locativo’ ‘lugar de los ocotes (pinos) sagrados/chicos’. La terminación -tenango es de te-nan-co /-tē-nān-ko/ ‘poseedor.no.especificado-madre-locativo’ y probablemente hace referencia o a una diosa, o a una aparición de la Virgen María u otra santa.
--David Tuggy
El dibujo al principio de la página representa al mandatario mexica Itzcoatl. Viene del códice Mendoza, por cortesía de Tom Frederiksen. Se usa con el permiso correspondiente.